LA CABRERA

«El regreso de Alfonso», merece capítulo especial en revista «Jara y Pedal».
Tras un inicio tardío debido a problemas mecánicos y a la falta de café matutino, el grupo inicia su marcha enfrentando desafíos en el camino, como roderas ocultas. Durante la ruta, uno de los ciclistas, sufre una caída, hiriéndose el pómulo y rompiendo las gafas, que resultan ser de otro compañero. A pesar de los contratiempos y algunas paradas breves, el grupo decide regresar por una ruta más segura para evitar más problemas. Finalmente, el recorrido culmina en la Posada, donde disfrutan de un merecido descanso y comida.

  • Inicio: La Cabrera
  • Distancia: 40Kms.
  • Desnivel: 745m.
  • Tiempo en movimiento: 02:56
  • Pausa: 00:23
  • IBP: 50

El inicio se hizo esperar y es que, comenzar la marcha después de «unos meses arítmicos» requiere de ajustes necesarios. Así que «24×7 Cárdenas» tuvo que asistir a domicilio y de urgencia por una cadena que no estaba por la labor de dar rienda suelta al más prestigioso bici-enduro cabreño

Tampoco ayudó a la puntualidad que las nuevas generaciones de Mari son más de «pegarse las sábanas» que de encender «La Cimbali» con antelación como auténtico barista, para servir expreso o ni siquiera un descafeinado de sobre, en vaso, largo de café, con leche templada, y no hablemos de soja, avena o sucedáneos e inverosímiles variantes… vivimos otros tiempos.

El caso es que a las 9h30, no antes, iniciamos la marcha el grupo de 3×3 (no confundir con la nueva disciplina olímpica de la canasta). Poco duró el ritmo cardenalicio, no por el color púrpura, si no por el «ansia» de cumplir horarios; habría que preguntar cómo está el carné de matripuntos y si éstos no se pueden recuperar con los «cupones de los huevos» 🤔. Y es que en la estación estival las roderas con muy cabronas, se esconden entre pajas secas y largas que ocultan su profundidad mediométrica.

Tal es así que el muy amable Fernández hincó rueda en los áridos surcos dando con su pómulo en secarral terreno con el resultado de noqueo que le llevó unos segundos a su rincón, pese a su impulsivo instinto por continuar pedaleando, hubo que hacer un pequeño reconocimiento visual. Impacto difícil de ocultar sin recurrir a maquillajes pero sin llegar a necesitar sutura. A falta de Estée, Lancôme o Maybelline… ni vaselina que se precie, la mejor solución la fórmula química H2O de bidón, propuesta por su homónimo «patacabra»; al menos, a estas alturas de ruta, todavía fresca y lejos de temperaturas de tintorería.
El resultado final, además de la nueva herida de guerra, patilla de gafas fracturada.; no sé si fotocromática, polarizada, o… tal vez empañada pero lo curioso es que no eran de Fernández sino de Guadamillas, que nos diga éste más detalle ya que tiene máster en sunglasses, cosas del destino.

Pese a las múltiples alternativas conocidas por nuestro ilustre anfitrión, hacía difícil encontrar alguna tipo verano azul así que siempre con la referencia la Real segoviana, no confundir con la gimnástica segoviana, excepto por la categoría: Primera federación y es que no daba para más sustos, ni dron que lo fundó declarado en rebeldía.

No había opción para más parada que un fugaz sorbo de «no tratada» en la fuente del collado, o devorar célebre manzana para coger fuerzas, como fue mi caso.
Tras decisión unánime, sin renunciar al paso por el mítico pinar, iniciamos camino de vuelta con los menores riesgos y atrochando para, al menos, cumplir horario y no incurrir en pérdida de puntos indeseados: alguno escaso debe estar ya a estas alturas de pretemporada…

Resumen de la «ruta inventada»: lo mejor; el regreso deseado, lo peor: la fractura de patilla. No olvidemos que la versión oficial de las secuelas en el pómulo son fruto de la acalorada discusión entre prestamista y prestatario de la «polinizadas», esto es lo que debió pensar el insecto que -con certero picotazo- puso en órbita al gafado Fernández el ojo que sano le quedaba.

El final es ya historia conocida: final feliz en la Posada y es que, para alguno, tocino y panceta es suficiente triunfo de una inicialmente titulada «invertida ruta», dicho en boca y tono del amable: «joputa ruta».

-Anónimo segoviano, como la real cañada-

Participantes

1. CARLOS
4. JUAN L
7. ADOLFO
2. PEDRO V
5. PEDRO
8. JAVIER
3. JUAN F
6. JOSE ANDRES
9. ALFONSO
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